miércoles, 6 de octubre de 2010

LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE ESPAÑOL Y SU DINÁMICA:

ERA

MOVIMIENTO

ROCAS

Arcaica

Tierras emergidas. Comienzo de la transformación.

Duras: cuanto más rozan, más duras: Ej.: cuarzo, gneis.

Primaria

Movimiento Caledoniano y Herciniano, que extraen materias del interior de la tierra y se forman cordilleras.

Rocas metamórficas como por ejemplo los granitos, las arcillas que fueron convertidas en pizarras, las areniscas en cuarcitas, por las elevadas temperaturas.

Secundaria

Época de calma. Se produce sedimentación y erosión. Creación del suelo vegetal.

Rocas calizas con restos de fósiles.

Terciaria

Se produce la orogenia alpina, que es la responsable de la formación de todas las cadenas montañosas del mundo, como el Himalaya y los Pirineos.

Arcillas y areniscas, margas… producto de la sedimentación de los relieves erosionados circundantes.

Cuaternaria

Se remodela el relieve hasta como lo conocemos hoy. Erosión (glaciarismo) y sedimentación.

I.- LA MESETA

Es el resto de un antiguo macizo, el Hespérico, surgido en la Orogénesis Herciniana de la Era Primaria, que fue arrasado por la erosión y convertido en penillanura o Meseta. En la era terciaria esta penillanura fue deformada y destruida en gran parte durante la orogénesis alpina que hizo surgir las cordilleras interiores, Montes de Toledo y Sistema Central, que en un relieve fallado se levantan como horst dejando las dos submesetas como graben o cuencas. Por tanto dentro de la meseta pueden diferenciarse las siguientes partes:

1. El antiguo zócalo paleozoico: es una zona llana que solo aflora hoy en la región oeste en la que la erosión ha barrido la cobertera de materiales terciarios (penillanura zamorano-salmantina y extremeña).

2. Las sierra interiores de la meseta: sistema central y montes de Toledo. Se formaron en la era terciaria cuando, como consecuencia de la orogénesis alpina, el zócalo de la meseta se fracturó en fallas que elevaron algunos bloques. Ambos son de roquedo primario (granito, pizarra, gneis) y tienen cumbres suaves. El Sistema Central es más elevado y escarpado y divide la meseta aproximadamente por la mitad, su parte más elevada se encuentra en la Sierra de Gredos y su pico más alto el Pico del Moro Almanzor 2.592 m., encontramos presencia de glaciares en el circo de Gredos y la laguna Glaciar de Peñalara 2.430 m. Se trata de una alineación montañosa que surca la Meseta de OSO-ENE. Tiene una longitud de 400 Km. Y una anchura de 35-70 Km. Y va desde la Sierra de Estrella en Portugal hasta el Sistema Ibérico. Está formado por granitos y otras rocas metamórficas como gneis, presentando un relieve germánico. En la Sierra de Gata y la Peña de Francia predominan los relieves fallados. Desde la Sierra de Gredos hasta Somosierra predomina el granito y los modelados glaciares con hielos permanentes desde los 1.500 m., constituyendo glaciares o circos que dieron origen a pequeñas lagunas (Peñalara) y hoyos y navas en el fondo de los antiguos circos. Los Montes de Toledo son de menor altura y dividen la submeseta sur separando las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana, se extienden por Extremadura en la Sierra de Guadalupe alcanzando su punto más elevado en Las Villuercas 1.595 m., presentan un relieve apalachense.

3. Las cuencas o depresiones sedimentarias: se formaron también en la era terciaria, cuando la orogénesis alpina provocó el hundimiento de algunos bloques de la meseta que se rellenaron después con sedimentos terciarios arrancados por la erosión a las cordilleras circundantes. Estos sedimentos eran blandos en la parte inferior (arenas, arcillas, yesos y margas) y duros en la parte superior (calizas), y dieron lugar a un relieve de páramos (llanuras altas) en las zonas calizas, de campiñas (llanuras bajas onduladas surcadas por ríos) en las arcillas o arenas y de cuestas entre los páramos y las campiñas. La cuenca de la submeseta norte es más alta (700-800 metros) y uniforme (toda ella pertenece a una sola cuenca hidrográfica: la de Duero). Tiene una superficie de 50.000 km2 y una altitud media de 750 m., en una disposición en forma de tabla, los paisajes característicos son campiñas, páramos calizos y plataformas detríticas. La cuenca de la submeseta sur es más baja (600-700 metros) y está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo. tiene una altura media inferior de unos 450 m. de media, tiene dos cuencas y una superficie más accidentada. Las llanuras sedimentarias forman páramos calizos, campiñas o planicies como la manchega.

II.- LOS REBORDES MONTAÑOSOS DE LA MESETA

Se formaron en la era terciaria por el rejuvenecimiento de bloques de la meseta o por el plegamiento de los materiales depositados por el mar en la era secundaria en los rebordes de la meseta. Son:

1. Macizo Galaico-Leonés: era el ángulo NO del zócalo de la Meseta surgido en la orogénesis herciniana, pero en la orogénesis alpina se fracturó y rejuveneció. Es por tanto de materiales paleozoicos, del carbonífero datan los recursos mineros de la región de EL Bierzo (León): carbón, hulla, lignito, oro, sulfato, hierro y pizarras; y presenta montañas redondeadas de poca altura. Su parte más elevada se encuentra por parte de los Montes de León en torno al Teleno 2.183 m. y en el Macizo Galaico en Cabeza de Manzaneda 1.778 m. El Lago de Sanabria (Zamora) es el mayor de la península de origen glaciar. Se puede dividir en tres regiones:

1.1. La costa: recortadas por amplias rías, antiguos lechos fluviales, en los que desemboca un río. Desde la Punta de Estaca de Bares hasta la frontera con Portugal se extienden las rías gallegas, separadas por el cabo de Finisterre en Rías Altas, al norte, y Rías Bajas, al sur, algunas de las cuales pueden penetrar hasta 25 o 30 Km.

RÍAS ALTAS

Provincia de Lugo: Rías de Ribadeo y Viveiro

Provincia de La Coruña: Rías de Ortiguiera, Ferrol, Betanzos, La Coruña y Camariñas

RÍAS BAJAS

Provincia de La Coruña: Rías de Muros-Noia y Arosa

Provincia de Pontevedra: Rías de Arosa, Pontevedra, Vigo y Bayona.

1.2. Las montañas y las cuencas medias como el escalón de Santiago de Compostela (a unos 500 m. de altitud) y la fosa tectónica de Monforte y Lugo (entre 300 y 500 m. de altitud).

1.3. Los Montes de León son abruptos e la zona gallega y de pendiente más suave hacia el Duero.

2. La Cordillera Cantábrica: constituye una verdadera muralla natural de 400 km. De longitud que separa el mar cantábrico de la meseta. Tiene un sector al Oeste de materiales paleozoicos (Macizo Asturiano), que formaba parte del zócalo de la meseta y rejuveneció en la Orogénesis alpina, aquí es donde se encuentran los mayores yacimientos de carbón de la península. El sector del Este es de materiales secundarios calizos (montaña santanderina) que fueron depositados por el mar en el borde de la meseta y se plegaron en la orogénesis alpina, está recorrido por ríos que se encajan formando profundas gargantas como la del Cares, el Desfiladero de La Hermida. Mientras que la parte más occidental no tienen grandes elevaciones y sus picos son redondeados, la parte oriental tiene las elevaciones más importantes de este sistema montañoso en torno a los Picos de Europa con Torre Cerredo como pico más alto 2.648 m.

3. La Cordillera Ibérica: aunque tiene una pequeña parte de roquedo paleozoico (resto del antiguo macizo del Ebro) con alturas superiores a los 2.000 m., como la Sierra de la Demanda y los Picos de Urbión (Urbión 2.228 m.), está formado predominantemente por materiales secundarios depositados por el mar en el borde Este de la meseta, que se plegaron en la orogénesis alpina. En ella se distinguen dos sectores: a) la mitad norte de dirección NO-SE (Sierras del Moncayo 2.316 m., Picos de Urbión, Demanda y Cebollera), de materiales silíceos, granitos, pizarras, cuarcitas, que configuran un relieve fallado; b) y la mitad sur, desde Teruel, que se bifurca en dos ramas: 1) la interior o castellana en la Sierra de Albarracín y Serranía de Cuenca; 2) y la exterior o aragonesa (Maestrazgo, Javalambre y Gúdar), estas dos vertientes se componen de materiales calizos que configuran un relieve plegado que la erosión ha convertido en relieves cársticos como la Ciudad Encantada en Cuenca. Por éstos montes los ríos forman hoces importantes como la Hoz del Júcar, las Hoces del Cabriel o la Hoz del Huétar. Entre la parte NO y la SE discurre una depresión longitudinal correspondiente a una fosa tectónica que se rellenó con materiales terciarios.

4. Sierra Morena: no es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón que separa la meseta del Valle del Guadalquivir. Se ha interpretado como una gigantesca falla, pero se trata de una gran flexión fracturada en muchos puntos que se produjo por el empuje desde el sur al levantarse los Sistemas Béticos. El roquedo es paleozoico, de color oscuro, lo que unido a la vegetación (jara) le da su nombre. Su parte más elevada es el Pico de las Bañuelas con 1.323 m. Junto con los Montes de Toledo configuran un relieve apalachense característico por unas partes más elevadas compuestas de granitos y las partes más bajas con pizarras, de formas redondeadas y poco elevados.

III.- LAS CORDILLERAS EXTERIORES DE LA MESETA

Las cordilleras exteriores, Pirineos y las Cordilleras Béticas, se formaron en la orogénesis alpina durante la era terciaria, al plegarse los materiales depositados en la fosas oceánicas bética y pirenaica entre antiguos macizos que actúan como topes. Predominan los pliegues y cumbres abruptas, ya que la erosión no ha tenido tiempo de suavizar las formas. Son:

1. Pirineos: se extienden a lo largo de 435 km. de ancho desde el golfo de Vizcaya hasta el cabo de Creus Tienen una zona axial de roquedo paleozoico que se fracturó, perteneciente al antiguo macizo herciniano de Aquitania, rejuvenecido por la orogénesis alpina. Es la zona más alta y de relieve más abrupto, los Montes Malditos con elevaciones como Aneto 3.404 m., Monte Perdido 3. 355 m., Maladeta 3.308 m. Al Sur se distinguen unos Prepirineos calizos (Sierra del Cadí, Sierra de Guara, Sierra de Leyre…), menos altos y más suaves, estructurados en dos alineaciones paralelas a la zona axial, una alineación al norte en Francia y otra al sur en España. Entre ambas alineaciones Pirineos y Prepirineos encontramos la Depresión Media Intrapirenaica, larga depresión de margas entre Jaca y Pamplona prolongada hacia el Este por la cuenca de Tremp Los Pirineos tienen como prolongación a los Montes Vascos y las Cordilleras Catalanas. La acción erosiva de los glaciares se hace patente de manera especial en los Pirineos. Se extendían hacia el sur grandes lenguas de hielo que morían a los 88-750 m. de altitud y formaron profundos circos y valles glaciares o en artesa (en forma de U), además sobre excavaron cubetas en forma de embudo, las cuáles al fundir el hielo, se convirtieron en lagos o ibones, generalmente pequeños, poco profundos y cuyo número puede alcanzar el millar. El vulcanismo está presente en los Pirineos en la región de Olot, donde se formó la región volcánica mejor conservada de la península, constituida por 40 conos volcánicos que han dado lugar a coladas de hasta 15 km. De longitud.

2. Los Montes Vascos: son una prolongación de los Pirineos occidentales. Su altura entre 1.000 y 1.600 m. hace pensar en una depresión entre los Pirineos y la Cordillera Cantábrica pero debido a sus formaciones plegadas y su elevación es más propio usar el término umbral vasco. El tipo de roquedo es secundario, tienen escasa altura (Aitxurri 1.544 m. en el macizo Aizkorri) y formas suaves y onduladas. Se divide en dos alineaciones una septentrional y otra meridional principalmente de materiales calizos aunque también encontramos areniscas y otros materiales sedimentarios, separados por una depresión decreciente en extensión según nos adentramos en Navarra encerrado entre bloques de caliza arrecifales. La erosión posibilita la creación de numerosos barrancos y multitud de valles interiores.

3. Las Cordilleras Catalanas: son una transformación de la zona oriental de los Pirineos. La mitad norte está formada por materiales paleozoicos (Sierra del Montseny, Turó de L’Home 1.712 m. y Cordillera Transversal), restos del viejo macizo herciniano del Ebro levantados en la orogénesis alpina. La mitad sur está constituida por terrenos calizos secundarios plegados en la orogénesis alpina. Las cordilleras están divididas en dos alineaciones: a) una paralela a la costa de escasa altura (altos del Garraf); b) y otra interior y más alta (Montseny, Montserrat y Montsant). Ambas están separadas por una depresión longitudinal o fosa tectónica, que se rellenó con materiales terciarios y cuaternarios, dando lugar a un relieve de colinas suaves y valles.

4. Cordilleras Béticas: Desde la Sierra de Grazalema en Cádiz, hasta el Cabo de la Nao y prolongándose a lo largo de 620 km. De SO a NE se extiende la mayor, más joven y más compleja unidad del relieve ibérico. Éste unidad se prolonga bajo el nivel del mar hacia las Islas Baleares y hacia el Norte de África por la cadena del Rif. Se caracterizan por una extrema complejidad geológica y morfológica al estar constituidas por grandes mantos de corrimiento o pliegues alóctonos desplazados de sur a norte. Están estructuradas en dos subconjuntos. La Cordillera Penibética bordea la costa Está formada por materiales paleozoicos del antiguo macizo herciniano Bético-Rifeño, levantados en la orogénesis alpina (Sierra Nevada), corresponde además con la zona axial y las mayores elevaciones de la península (Mulhacén 3.482 m., Veleta 3.398 m.). La cordillera Subbética en el interior es de materiales secundarios (Sierras de Grazalema, Ubrique, Cazorla, Sagra…) donde las elevaciones son menores que en la Bética (Sagra 2.382 m.). Entre ambas se encuentra la depresión intrabética, fragmentada en varias depresiones pequeñas (Hoyas de Ronda, Antequera, Guadix, Baza).

IV.- LAS DEPRESIONES EXTERIORES DE LA MESETA

Eran Cuencas o fosas prealpinas que, tras la orogénesis terciaria, quedaron entre las cordilleras alpinas y los macizos antiguos. Fueron rellenadas por sedimentos del terciario y cuaternario y hoy son relieves prácticamente horizontales en los que los ríos han abierto valles y dejado en resalte plataformas tabulares. Son:

1. La depresión del Ebro, o Ibérica: es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por éstos, por el Sistema Ibérico y las Cordilleras Catalanas. Estuvo primero ocupada por el mar, pero luego se cerró, transformándose en un gran lago. Por ello tiene depósitos marinos (calizas y margas) y continentales (conglomerados de los Pirineos, arcillas y arenas), hasta en 2.000 m. de espesor. Donde las rocas son más resistentes (calizas, areniscas, conglomerados) dominan los relieves horizontales (muelas o somontanos). Donde dominan los materiales blandos (margas) surgen relieves acarcavados o badlands (Bárdenas Reales).

2. La Depresión del Guadalquivir, o Bética: paralela a las cordilleras béticas a lo largo de 330 km., estuvo primero abierta al mar. Luego se convirtió en un lago litoral o albufera y. más tarde, por colmatación, en marismas pantanosas. Se rellenó con sedimentos finos lo que da lugar a un determinado tipo de relieve formado por lomas y colinas.

V.- LAS UNIDADES DEL RELIEVE INSULAR Y SU DINÁMICA

1. Las Islas Baleares: geológicamente son un eslabón entre las dos cordilleras alpinas del Mediterráneo, las Béticas y las Cordillera Costero-Catalana. Mallorca e Ibiza son fragmentos de la cordillera Subbética, con la que se une por debajo del agua a través de un estrecho brazo de mar de escasa profundidad. Menorca está ligada a la Cordillera Costero-Catalana.

1.1. Ibiza tiene pequeñas alineaciones montañosas y su eleva a casi 600 m. por encima del nivel del mar.

1.2. Mallorca presenta tres conjuntos:

1.2.1. La Sierra de Poniente o Tramontana, abrupta, de roquedo calizo donde se encuentran las mayores elevaciones de las islas (Puig Mayor 1.445 m.).

1.2.2. La depresión central, de relieve suave y roquedo arcilloso.

1.2.3. La Sierra de Levante, que no alcanza los 500 m. y enlaza con el mar, de roquedo calizo.

1.3. En Menorca, la mitad norte tiene una alineación montañosa que hace a la costa de esta zona prácticamente inaccesible, mientras que la mitad sur es llana.

1.4. En Formentera domina el llano.

2. El conjunto de las Islas Canarias: es de naturaleza volcánica. Se originó en la era terciaria, cuando la orogénesis alpina rompió el fondo del atlántico y a través de sus fracturas ascendieron grandes masas de rocas volcánicas que dieron lugar a las islas. La evolución general del relieve está dividida en ciclos magmáticos de diferente magnitud. Cada uno comienza con emisiones basálticas y da lugar a formas variadas en relación con la fluidez de los primeros materiales y la viscosidad de los últimos. Por edad y posición se distinguen tres grandes conjuntos:

2.1. Las islas se apoyan sobre un afloramiento de la corteza oceánica o complejo basal, formado por materiales mesozoicos y lavas submarinas, que constituyen los materiales más antiguos del archipiélago. El complejo basal es fácilmente reconocible en el norte de La Gomera, La Palma (el interior de la Caldera de Taburiente y en el barranco de las Angustias) y en Fuerteventura, donde caracteriza a un sector relativamente amplio de la península.

2.2. Los macizos antiguos (término independiente de su uso habitual para las montañas de zócalo) se formaron por superposición de coladas basálticas fluidas antiguas y constituyen los fundamentos de casi todas las islas. Han recibido profundas incisiones por los torrentes y han dado lugar a acantilados costeros. Entre los más destacados se encuentran los macizos de Teno y Anaga en Tenerife.

2.3. Las dorsales son alineaciones volcánicas correspondientes a erupciones fisurales más recientes. En la cumbre se alinean los cráteres y piroclastos (depósitos de materiales volcánicos fragmentados y sueltos), y en los flancos, las coladas de lava. Destaca la dorsal de Pedro Gil en Tenerife y la de la Cumbre Vieja en La Palma. El Hierro se configuró por la confluencia de tres dorsales que contribuyen claramente a su forma triangular.